“Con un apoyo como al del coche eléctrico, el autogas se convertiría en la alternativa”

La pasada semana, Madrid ‘sufrió’ varios días la activación del protocolo por alta contaminación, con las consiguientes limitaciones de velocidad en la M30 y en sus accesos y restricciones en el aparcamiento en la zona central de la ciudad. La contaminación es un problema grave para las grandes ciudades, y los consistorios están empezando a aplicar medidas para reducir sus efectos en los ciudadanos.

La tecnología actual permite reducir de manera notable las emisiones provocadas por los vehículos, sobre todo los diésel y gasolina. Pero hay soluciones alternativas muy interesantes. Una de las más mejores es el uso de gas licuado de petróleo, GLP o más comúnmente conocido como autogas. Ahora se cumple un año de la puesta en marcha del Clúster Autogas y este jueves se ha celebrado el I Foro sobre el Autogas. Por ello hemos preguntado al máximo responsable de este clúster, Jaime Fernández-Cuesta, que es al mismo tiempo director ejecutivo de GLP en Repsol, sobre las posibilidades para que este combustible se convierta en una alternativa real al uso de gasolina y diésel en España.

Pregunta. ¿Cuál es la implantación actual del autogas en el mercado español? ¿Cómo está España frente a otros países europeos?

Respuesta. En la actualidad, el parque de vehículos propulsados por autogas en nuestro país supera los 50.000, aunque el objetivo del Plan VEA es que esta cifra se quintuplique en tres años y alcance los 250.000 vehículos en 2020. En cuanto a las cifras globales, el autogas es el combustible alternativo más utilizado en el mundo, con 25 millones de vehículos, de los cuales 15 millones circulan por las carreteras europeas.

En puntos de recarga, el autogas cuenta con la mayor red de repostaje de un combustible alternativo en nuestro país, con más de 550 estaciones, una red de suministro muy desarrollada gracias a las inversiones privadas de Repsol y otros operadores como Cepsa o Disa y que podría crecer aún más con el apoyo de las administraciones. En cualquier caso, con la red actual se puede cruzar España de punta a punta solo con este combustible y atender las necesidades de una flota 5 veces mayor que la que existe hoy. Además, la autonomía de los vehículos de autogas se ve incrementada gracias a su tecnología híbrida (“bifuel”) que permite utilizar indistintamente y a elección del conductor los dos depósitos con los que van equipados estos automóviles (gasolina y autogas), con lo que se puede circular 1.200 kilómetros sin repostar.

Respecto a la posición española frente a otros países europeos, el desarrollo del mercado del autogas en nuestro país es menor, puesto que Europa cuenta con una regulación de apoyo al GLP de automoción desde hace más de dos décadas y en España la regulación se ha abierto a este combustible alternativo desde hace poco más de cinco años. Por lo tanto, para acercarnos a las cifras de otros países europeos, hace falta más apoyo de las administraciones y unos incentivos como mínimo iguales a los de otras opciones (coche eléctrico), porque el autogas es la única energía, de las llamadas alternativas, que está disponible hoy en todo el territorio.

P. ¿Cuáles son las ventajas reales en cuanto a contaminación entre el uso de autogas y la alternativa de gasolina o diésel? ¿Qué diferencias hay en cuanto a óxidos nitrosos y a partículas no quemadas, las emisiones más contaminantes y más peligrosas?

R. Desde el punto de vista medioambiental, los vehículos que se mueven con GLP o autogas contribuyen a la mejora de la calidad del aire por las casi nulas emisiones de partículas y óxidos de nitrógeno. Además ayuda a minimizar el efecto invernadero por sus bajas emisiones de CO2 y reduce a la mitad los niveles de ruido, por lo que también minimiza la contaminación acústica. Esta eficiencia energética le ha permitido obtener la etiqueta ECO que otorga la Dirección General de Tráfico (DGT) a los vehículos que menos contaminan y que les permite circular por las ciudades con restricciones por contaminación.

P. ¿Qué diferencia hay en el coste de utilización entre conducir un coche de autogas y uno de gasolina o de diésel? Y un detalle importante, ¿cuáles son las principales ventajas de su uso, como descuentos en el aparcamiento, uso del carril bus-VAO y demás?

R. El principal argumento económico a favor de un vehículo autogas respecto a otros de combustibles tradicionales es el ahorro de hasta un 40% en el coste por kilómetro recorrido, convirtiéndose en una de las opciones más económicas del mercado. En cuanto al precio del vehículo nuevo, es similar al de un diésel y cuesta la mitad que un eléctrico a igualdad de potencia, equipo y prestaciones. A ello se añaden las ayudas públicas como la del Plan Movea –que renovó el Gobierno para este año–, con hasta 2.750 euros por compra de vehículo turismo nuevo de autogas, o los incentivos regionales y locales.

Podemos decir que, tanto por los costes de adquisición de un vehículo de autogas como por los propios asociados al uso del vehículo, la opción autogas es la más barata de entre todas las opciones de vehículos de energías alternativas del mercado. Muchas comunidades autónomas y ayuntamientos están apostando por el uso del autogas con medidas como la exención en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), bonificaciones en las tasas de estacionamiento regulado… Por ejemplo, Madrid cuenta con descuentos en los parquímetros y bonificaciones en el impuesto de circulación; y en Cataluña se ofrecen bonificaciones fiscales a los vehículos que se mueven con autogas en el IVTM, descuentos del 30% en los peajes de entrada y salida de Barcelona de titularidad de la Generalitat, circulación por el carril Bus-VAO independientemente del número de pasajeros y bonificaciones en las tasas de estacionamiento regulado de varias ciudades importantes.

No debemos olvidar que los vehículos propulsados por autogas han obtenido la etiqueta ECO de la DGT, lo que supone que pasan a tener la misma catalogación medioambiental que el resto de coches híbridos. Esto es importante porque cataloga a estos vehículos igual que el resto de alternativas, y a partir de ahí es más fácil mostrar sus ventajas, económicas, medioambientales y tecnológicas.

P. ¿Qué marcas fabricantes de automóviles ofrecen en sus gamas modelos específicamente preparados para el uso del GLP?

R. Actualmente existe una amplia gama de vehículos nuevos propulsados con autogas por parte de los fabricantes o importadores más importantes de nuestro mercado, como Fiat, Opel, SsangYong, Subaru, Citroën, Peugeot, Dacia y Renault, entre otros. En total, en el mercado español hay 16 fabricantes distintos que componen una oferta de cerca de 40 modelos de autogas.

P. ¿Todos los coches pueden utilizar autogas? ¿O requieren una preparación especial? ¿Cuánto cuesta esa transformación hecha en un taller especializado?

R. El autogas lo pueden utilizar o bien los modelos nuevos versión GLP o bien los vehículos gasolina ya existentes que se pueden adaptar mediante una sencilla transformación realizada en cualquiera de los más de 800 talleres transformadores que existen en nuestro país por un precio promedio aproximado de uno 1.000 euros.

P. ¿Hay diferencias en cuanto a su conducción con un vehículo diésel o de gasolina? ¿Hay que tener algún cuidado especial? ¿Es más peligroso su uso?

R. Ninguna diferencia. En su conducción, un coche propulsado por autogas no presenta diferencias en potencia respecto a otros de similares prestaciones de gasolina o diésel. En cuanto a la seguridad, el autogas es igual de seguro que otros combustibles que se usan para los automóviles, sometiéndose su tecnología a los mismos estándares de calidad y seguridad que el resto carburantes. A la hora de repostar, también se realiza como el resto de combustibles y estaciones de servicio con capilaridad nacional.

P. ¿Sabe si hay algún plan para fomentar desde la Administración el uso de autogas en España, tanto en ayudas a la compra de vehículos como, sobre todo, en la instalación de nuevos puntos de recarga?

R. Para la compra de vehículos nuevos, este año se renovó el Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas (MOVEA) con el mismo presupuesto que en la edición anterior, 16,6 millones de euros, de los que el 75% se destinaba al coche eléctrico y solo 1,6 millones para autogas. Pensamos que hay que apoyar a todas las tecnologías alternativas, pero sin hacer distinciones. Por eso pedimos neutralidad tecnológica.

Y por lo que se refiere a puntos de suministro, hemos comentado que los que hay hasta el momento, más de 550, existen gracias a la iniciativa privada de los operadores como Repsol, Cepsa, Disa u otros, que han desarrollado una extensa red de suministro. Creemos que si el apoyo institucional fuera, por lo menos, equiparable al del coche eléctrico, el autogas se consolidaría definitivamente en nuestro país como la alternativa de movilidad sostenible con máxima autonomía y disponibilidad, accesible en toda la geografía y con una oferta muy variada de vehículos y de puntos de suministro.

Fuente: elconfidencial.com